En pocos minutos puedo decirte si un emprendimiento va a funcionar o no. Lo único que necesito es una entrevista con su fundador, y hacerle una pregunta: ¿Porqué? Y seguirle preguntando porqué varias veces hasta que lo sienta.

Necesito sentir a la apersona que tengo en frente mío. Necesito saber si él o ella tiene el perfil adecuado para llevar adelante un proyecto hasta que se consolide.

Emprender no es un paseo en un parque. Se puede tener una gran idea, pero va a fracasar si no tienes las habilidades. Sabemos las cualidades de un buen emprendedor: es un líder, determinado, y capaz de levantarse al menor contratiempo.

Para mí, se pueden dividir en dos categorías:

El primer emprendedor quiere hacer algo con su vida y pretende darle sentido. El segundo no tiene otra aspiración que hacer tanto dinero como sea posible. El segundo es generalmente un buen orador. Lo que lo motiva es verse algún día navegando en su propio bote en medio de palmeras y playas arenosas como paisaje.

Lo que impulse al primer emprendedor aparece inmediatamente en la forma en la que habla. En la expresión de su cara, y el tono de su voz. El no hablará sobre su proyecto. Para él es casi que algo secundario. Su propuesta no es una propuesta de venta. Para vender no es un motivo. Lo que quiere es alcanzar su propósito. El producto es solo la gasolina que lo llevará a su destino. Él te dirá lo que lo motiva. En conclusión, su pasión. Y él hablará con sinceridad usando palabras que resonarán.

Se puede ver cuando un emprendedor es apasionado. Se siente. La pasión es difícil de impostar. 

El emprendedor número uno se enfocará en su visión, en el porqué de su proyecto, mientras que el emprendedor 2 se enfocará en el cómo.

El emprendedor uno construirá una cultura que se reflejará y trascenderá su visión.

El Segundo, de otro lado, se concentrará en su EBITDA.

Porqué la cultura es tan crítica? Porque le permitirá al emprendedor número uno construir un equipo sólido, el cual será capas  de enfrentar desafíos  y juicios que inevitablemente marcaran su amino. Es el “porqué” el que mantendrá su equipo cohecionado y lo ayudará a reaccionar en tiempos retadores.

“Dame un súper equipo para una start-up incluso construida con una idea mediocre, por encima de una súper idea con un equipo mediocre” — Bernhard Schroeder